jueves, 7 de julio de 2011

¿Eres de izquierdas y no sabes por qué coño?

Como la mayoría de los niños, probablemente creciste siguiendo las aventuras de los adorables pitufos, y sólo cuando ya fuiste "un poco más mayor" empezaste a hacer chistes sobre la pitufina, y las setas alucinógenas donde vivían los pitufos, aunque todos los dibujos animados pintan amanitas muscarias porque son chulas, no para hacer apología de las drogas (supuestamente).

Pero de hecho, hay una intención oculta en los pitufos. Una realidad tan palpable como las imágenes subliminales que meten en las películas para lavarnos el cerebro, los illuminati, area 51 o esas drogas que puso el gobierno americano en el agua del grifo.

Los Pitufos contienen todo un entramado subliminal para volver a los niños comunistas.
Piensa en ellos: todo lo que poseen lo poseen en colectivo, y siguiendo la máxima de Marx trabajan y comparten "Cada uno según sus habilidades, a cada uno según sus necesidades."

Pero hay mucho más: el malo, Gargamel, es el perfecto tirano capitalista:

Tiene un castillo.

Explota a un pobre gato proletario.

En contraposición a los pitufos, que son felizmente ateos, Gargamel es mago y cree en entes superiores sobrenaturales.

Gargamel quiere pillar a un pitufo que utilizará para hacer una pócima para hacer ORO.

Gargamel crea a Pitufina en un intento de liarlos: y bueno, este es el tradicional truco capitalista para corromper a los pitufos. Gargamel piensa que cuando vean a Pitufina, todos los pitufos pensarán "necesito un coche deportivo y una casa enorme para tirarme a la rubia".

Afortunadamente, papá Pitufo está al quite, con su barba blanca, vestido de ROJO (con un parecido razonable a cierto filósofo alemán...), para convencer a Pitufina de que, de acuerdo con sus habilidades y las necesidades del resto, ella debe ser también propiedad colectiva.



Como última analogía, al igual que la aldea de los Pitufos el comunismo sólo funciona en dibujos animados.

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