jueves, 28 de octubre de 2010

Peinados new fashion

Paseando por León yo vi... en una peluquería una foto promocional con los peinados de moda que recomiendan. ¿Soy yo, o me recuerda patéticamente a algún look en particular?

La foto en cuestión es la siguiente:


Ahora bien, no se si es que tengo la vista torcida, o me recuerda preocupantemente a una película. ¿Nos quieren invadir los vampiros?


lunes, 25 de octubre de 2010

Cajero de Dios

Una velita a un santo 1 euro.
Cepillo en misa 2 euros
Donativo para pobres 5 céntimos
Para todo lo demás... mastercard




Fotografías tomadas en la catedral de León

martes, 19 de octubre de 2010

Cinema Pipeiro (Canino)

Canino (Kynodontas, Dogtooth, 2009) dirigida por Giogos Lanthimos, ficha filmaffinity aquí.

El padre, la madre y sus tres hijos viven en una mansión a las afueras de una ciudad. Hay una valla muy alta alrededor de la casa, y los chicos nunca han salido de allí. Están siendo educados, entretenidos, aburridos y ejercitados con los métodos que sus padres juzgan apropiados, sin ninguna influencia del mundo exterior. Creen que los aviones que pasan volando son juguetes, el mar es un tipo de silla forrada de cuero y los zombies son unas pequeñas flores amarillas. La única persona a la que se le permite entrar en la casa es Christine, que trabaja como guardia de seguridad en la fábrica del padre. Éste le hace visitar la casa para saciar las necesidades sexuales del hijo.
Cuando un día Christine deja en la casa una cinta de vídeo de Rocky, infectando de este modo a una de las hijas, el padre decidirá que definitivamente es preferible el incesto a dejar que entren extraños en su pequeño mundo.



Hacía tiempo que una película no me sorprendía tanto, y un día después de haberla visto, sigue en mi cabeza dando vueltas. Película griega inclasificable que ganó un premio al Festival de Cannes. Es rara, difícil, dura, perversa y divertida (a ratos te ríes por no llorar o no escandalizarte), complicada de valorar y entender su significado real. No la recomiendo, porque solo tienes que dar una vuelta por las críticas en la red para ver que nadie la valora con un término medio: o obra maestra o bodrio. Para mi se acerca mucho a obra maestra.


Rodada con una sencilla puesta en escena que sigue a los personajes dejando que la historia fluya en su absurda cotidianidad, Canino (la razón de este enigmático título solo se descubre viéndola) es, sin duda, una de las apuestas mas divertidas, insólitas y novedosas del cine europeo contemporáneo.

Lo que cuenta ‘Canino’ y sobre todo su manera de contarlo me parece que cumple perfectamente con esa condición de obra única, irrepetible, en la que incluso se hace difícil encontrarle otros referentes cinematográficos. La puesta en escena de Lanthimos, con largos planos secuencia, intérpretes que aparecen perfectamente encuadrados en los planos y en otras ocasiones recortados (fruto de la improvisación como método), o provocando desconcierto es muy acertado. Es cierto que la temática es parecida a otras películas, pero ninguna tratada de esta manera. El resto suelen ser más oscuras, ésta está llena de luz. Ésta te llega adentro del alma.
Respecto a la interpretación, recomiendo mirar la película en versión original, ya que parte de la gracia rige en la forma de recitar el guión de los tres hijos de la casa, que no actúan sino de forma correspondiente a la inhumana educación que reciben de sus padres.
Intérpretes perfectos y entregados a sus roles, secuencias memorables (el show de canto y baile de las dos hijas ante la familia), o ideas de lo más hilarantes (como el uso de las palabras, o una vieja película en VHS de ‘Rocky’ como uno de los elementos desestabilizadores de la familia). Fascinante, divertidísima, inquietante, distinta…

Sigo sin atreverme a recomendarla, pero para mí muy cerca de ser una obra maestra.

jueves, 14 de octubre de 2010

Correcta incorrección

Paseando por Pontevedra yo vi... este cartel que señalaba que el callejón de San Bartolomé estaba cortado, ya que había una grúa que ocupaba todo el ancho de dicha calle.

Pues aquí tenemos el cartel que me ha dejado perplejo. Por un lado han cometido un error al juntar el nombre el San y el Bartolomé; pero, a pesar de ese error, se ha respetado las reglas ortográficas por lo que "se escribe m antes de b". Correctísima incorrección.


miércoles, 13 de octubre de 2010

(microrrelato)¿Tocará?

El trayecto de bus en el 14 estaba siendo muy aburrido,dia festivo a última hora,mucha gente volviendo del centro a sus casas,los auriculares conectados al móvil,escuchando música.
Otra parada,baja gente,sube gente:una señora mayor y una chica joven que van hablando entre ellas,mientras la chica guarda el bonobús en la cartera se le cae un papel doblado del bolso,¿que hago,le digo algo?.....espera,que el chaval de al lado mia,de unos catorce o quince,se agacha y coje el papel,sin decir nada deja que pasen la señora y la chica que no se han dado cuenta de la jugada,cuando se sientan en la parte de atrás del bus,el chaval lentamente desdobla el papel:es un recibo de varias apuestas del euromillones,miro la fecha,es para dentro de unos dias,el chaval me mira de reojo y se guarda el recibo con cara de travieso en el bolsillo......¿tocará?

viernes, 1 de octubre de 2010

Cinema Tekilita: Crepúsculo.

Para empezar la crítica de esta peli, es necesario expresar mi agradecimiento a la persona que la subió a Youtube, impidiendo así que violase la sagrada regla del Kung Fu (usa tus conocimientos sólo en caso de necesidad, nunca para dañar) y le diese al taquillero del cine de leches para que me devolviese la pasta de la entrada, y por venganza, por qué no.
No negaré que ya tenía prejuicios sobre esta película antes de verla, y ese fue el motivo principal que me impulsó a ello: "está muy mal eso de criticar por decriticar", me decían algunos, cargados de razón.

Soporté estóicamente con un par de ovarios como veinte minutos de Crepúsculo, sin anuncios (¡tal vez incluso media hora! no lo cronometré).

Para más inri, desde pequeña soy gran fan de los vampiros: me pirraba la serie de "El pequeño vampiro", no me perdía nunca "El baile de los vampiros" de Polanski (aunque a mi tierna edad, no entendía las gracietas picaronas), me flipa la versión de "Nosferatu" de 1922, y "La Sombra del Vampiro", fui a ver "Dracula de Bram Stoker" en cuanto se estrenó (quedándome sin duda con el personaje de Lucy (Sadie Frost), infinitamente más vampírica que la sosa de Winona Ryder e incluso el propio Drácula (Gary Oldman), tengo la banda sonora original de "Entrevista con el Vampiro" en el MP3 y espero con ansiedad la serie sobre vampiros de Guillermo del Toro.




Lucy (Sadie Frost), en "Dracula de Bram Stoker", la peli donde comenzó a fraguarse la leyenda sobre la ambigüedad sexual de Keanu Reeves, ya que interpretaba a un joven intentando desesperadamente escapar de un castillo donde todas las noches abusaban de él tres vampiresas en sugerente y muy escasa lencería ¡entre ellas Mónica Bellucci!, para volver junto a su prometida, un recital de ñoñez y aburrimiento de mujer con un moño feísimo resaltando unos orejones sobresalientes como único dato físico destacable.


Los vampiros... esos no muertos ni vivos de aparencia humana, y por tanto en principio no amenazadora tras la que se esconde la guadaña, son el cancro dentro de la rosa, seductores y despiadados, malditos, condenados a dormir donde descansan los cadáveres, a no ver jamás la luz del día, siempre sedientos: en general a veces se transforman en murciélagos, no les gusta el ajo, los crucifijos les dan mal rollo y en los casos más extremos uno puede descubrirlos porque no se reflejan en los espejos y su sombra como que va por libre.



Tradicionalmente, sólo hay tres maneras de destruírlos: estaca en el corazón, quemarlos, y por supuesto, exponerlos a la luz del sol. Algunos apuntan al decapitamiento como posible método de destrucción.

Todo esto da igual, porque últimamente a los vampiros ya sólo les falta comer ensaladilla a mediodía en la playa de Benidorm en pleno Agosto y después en lugar de en un ataúd alojarse en Marina D'or.

No obstante, mediante un gran esfuerzo soporté durante media hora la permanente cara de estreñimiento de la adolescente Bella y el vampiro Edward cuyos labios maldisimuladamente pintados no dejaban de llamarme la atención, sin duda debido a la estupidez absoluta de los diálogos.




Estos vampiros no sólo salen de día, sino que a pesar de tener vida eterna y por tanto siglos de experiencia y conocimientos acumulados, no se les ocurre otra cosa mejor que hacer que ir al instituto... ¿pero es que después de 100 años yendo aún no se lo saben?

El tal Edward (el-chico-más-guapo-del- insti-osea) no tiene más remedio que sentarse en clase de biología al lado de Bella, donde le entra una alergia muy rara que nadie ha sabido explicarme: algunos fans de Crepúsculo me dicen que está desazonado porque le escuece sobremanera el hecho de que por algún motivo no es capaz de leerle los pensamientos a Bella (cuando cualquiera puede adivinar por su expresión, que Bella sólo piensa en procurarse un tubo de Hemoal y un cojín), otros me dicen que está enamorado a primera vista y lucha contra su instinto de vampiro: vamos, como si te sientan al lado de un jugosa pata de cordero a la hora de comer y te enamoras de ella (todo un dilema).



Pero ojo! Bella no es una pata de cordero: de hecho a Edward se le acelera el patato al verla entrar a la famosa clase de biología mientras un ventilador sacude a cámara lenta su melena como si fuera un anuncio de Pantene. Por qué tienen encendido un ventilador en el instituto de un pueblo prácticamente sitiado por la nieve y el hielo es otra incógnita que se desvelará en el último libro de la serie (creo).

En fin, así empieza esta hermosa historia de amor. Ella se mosquea porque Edward se escapa de ella tras poner horribles caras de sufrimiento. Después de olerse mucho Bella decide que no le ha fallado el desodorante y le pide explicaciones a Edward, que ese mismo día la salva milagrosamente de ser aplastada por un todoterreno descontrolado y después no quiere hablar con ella para no tener que contarle su oscuro secreto... pero está siempre esperándola en los pasillos (?).

Sus conversaciones delatan una gran atracción entre ellos, a la par que ingenio: "¿te gusta la lluvia?" "¿me preguntas por el tiempo?" "no me gustan las cosas húmedas y frías" (esta frase cambiada un poco y puesta en un contexto cachondo podría dar juego, pero no) .

Ah si, el Edward, que es un acosador de cuidado porque espía a esta chica de noche y le anda permanentemente a la chepa, la salva de unos presuntos violadores y se enfurece pensando en lo que pensaban hacerle a Bella: que en el peor de los casos, hubiese acabado casi igual a su método de alimentación natural, así que no sé a qué tanto remilgo...

Harta de ver gilimemeces, vampiros de día en el instituto, otro vampiro que hace de médico... (debe ser que así cada vez que le entre hambre puede irse a la nevera de la sangre para las tranfusiones y echarse un traguillo), y sobre todo, de no poder quitarme de la cabeza que el tal Edward tiene como 120 años y la niña es pero que muy menor de edad y eso tiene un nombre: estupro. Tuve que cerrar el youtube para que no se suicidasen todas y cada una de mis neuronas.

Ni siquiera aguanté para ver las canciones de Muse que metieron (que es como llevar a la Filarmónica de Berlin a grabar la banda sonora de Torrente).

¡Vivan los vampiros de toda la vida!