Quien padece este síndrome suele haber alcanzado una buena situación económica y social, adopta el papel de supermadre y acepta el rol tradicional femenino, convencida de que el trabajo de su marido es más importante que el suyo.
Un rasgo distintivo de la abeja reina es la crítica a cómo las mujeres trabajadoras crían a sus hijos, a los que auguran un futuro de inseguridad e inadaptación.
Las causas del síndrome hay que buscarlas en la decepción de muchas mujeres por unas conquistas sociales que sólo han logrado doblar su trabajo y a un esfuerzo laboral nunca reconocido, y a que el hombre no ha compensado en el hogar la incorporación de ella al mercado laboral: las tareas domésticas siguen siendo "cosas de ella".
Ante esa insatisfacción, la maternidad de toda la vida ha resurgido como alternativa vital.
Tekilita, se puede decir más alto pero no más claro, convencida estoy de que estamos viviendo la "segunda esclavitud de la mujer",.. pero esta vez, mucho más dura que la anterior, las estadísticas con el tiempo demostrarán que la mujer dejará de sobrevir al hombre,... Mi consejo para las que estais a tiempo, no vivais en pareja, y mucho menos, ni se os pase por la imaginación, casaros,... estais abocada entonces a "galeras",...
A mi es que ya me fastidia bastante que por ser tía se presuponga que tengo que planchar, pasar la aspiradora, lavar los baños... ¡aún me fastidia más que se presuponga que encima me encanta y lo hago por hobby! es la caña, hay que j...
Para el que no suela hacerlo: planchar es un castigo del infierno y toda la ropa debería ser de esa que no se arruga.
Y si alguien te dice que tu camiseta va arrugada deberían condenarlo a plancharte todas las camisetas antes de ser apedreado en la plaza del pueblo.
Imagino que los tiempos han cambiado pero sobre todo las formas de ver la vida. Entender una familia como un ente social en el que cada uno asume un papel o mejor dicho se reparte un papel puede suponer que que no sea politicamente correcto el que una de las dos partes, normalmente la femenidad asuma el rol de cuidar a los hijos y a solucionar los pequeños detalles de la educación, de la logística familiar, de la alimentación, etc...Claro quizas la alternativa de que una desconocida te cuide a tus hijos y que estos conozcan a sus madres y padres diez minutos antes de irse a la cama es lo que se lleva hoy en dia claro.
Mis padres siempre trabajaron los dos y yo y mi hermano nos hemos criado divinamente. La "desconocida" se llamaba Geles, le gustaba Bertín Osborne, Pimpinela y no se perdía un capítulo de Los Ricos También Lloran. La recuerdo con muchísimo cariño.
Supongo que los "pequeños detalles de la educación y la logística familiar" son ir a la compra, cocinar, limpiar cocina, lavar platos, servir mesa, recoger mesa, echar colada, colgar ropa a secar, planchar, repartir la ropa planchada por los respectivos armarios, pasar la aspiradora, desinfectar los baños, dar cera al parquet, hacer camas, cambiar sábanas, regar las plantas, ir a la farmacia a por todos los medicamentos que se necesiten, hacer de enfermera, remendar los rotos y coser los botones caídos, arreglar la ropa de los niños a medida que crecen, llevar la contabilidad de casa, ordenar las facturas, sacar la basura, ir guardando todo lo que los demás miembros familiares se dejan por ahí y ponerlo en su sitio, limpiar los cristales de las ventanas, limpiar las persianas, lavar las cortinas, ocuparse de que no falte el butano, adquirir la ropa interior del cónyuge (por lo visto incapaz de hacerlo por sí mismo), y toda la ropa de los niños, vestirlos, peinarlos y mantenerlos limpios, ayudarles con los deberes, reñirles si traen malas notas, ir a hablar con los profesores... etc. etc. etc. etc.
Lo del reparto me hace mucha gracia porque no es precisamente a cara o cruz, una de las dos partes (la femenina) la asume, no normalmente sino SIEMPRE. Qué pena que yo siempre haya querido ser ingeniera, bendito reparto.
8 comentarios:
Síndrome de la abeja Reina:
Quien padece este síndrome suele haber alcanzado una buena situación económica y social, adopta el papel de supermadre y acepta el rol tradicional femenino, convencida de que el trabajo de su marido es más importante que el suyo.
Un rasgo distintivo de la abeja reina es la crítica a cómo las mujeres trabajadoras crían a sus hijos, a los que auguran un futuro de inseguridad e inadaptación.
Las causas del síndrome hay que buscarlas en la decepción de muchas mujeres por unas conquistas sociales que sólo han logrado doblar su trabajo y a un esfuerzo laboral nunca reconocido, y a que el hombre no ha compensado en el hogar la incorporación de ella al mercado laboral: las tareas domésticas siguen siendo "cosas de ella".
Ante esa insatisfacción, la maternidad de toda la vida ha resurgido como alternativa vital.
Tekilita, se puede decir más alto pero no más claro, convencida estoy de que estamos viviendo la "segunda esclavitud de la mujer",.. pero esta vez, mucho más dura que la anterior, las estadísticas con el tiempo demostrarán que la mujer dejará de sobrevir al hombre,...
Mi consejo para las que estais a tiempo, no vivais en pareja, y mucho menos, ni se os pase por la imaginación, casaros,... estais abocada entonces a "galeras",...
De todas formas, me ha gustado el video, la exageración, sólo demuestra que vivimos en un mundo machista,... ¡cambíemoslo!
A mi es que ya me fastidia bastante que por ser tía se presuponga que tengo que planchar, pasar la aspiradora, lavar los baños... ¡aún me fastidia más que se presuponga que encima me encanta y lo hago por hobby! es la caña, hay que j...
Para el que no suela hacerlo: planchar es un castigo del infierno y toda la ropa debería ser de esa que no se arruga.
Y si alguien te dice que tu camiseta va arrugada deberían condenarlo a plancharte todas las camisetas antes de ser apedreado en la plaza del pueblo.
Imagino que los tiempos han cambiado pero sobre todo las formas de ver la vida. Entender una familia como un ente social en el que cada uno asume un papel o mejor dicho se reparte un papel puede suponer que que no sea politicamente correcto el que una de las dos partes, normalmente la femenidad asuma el rol de cuidar a los hijos y a solucionar los pequeños detalles de la educación, de la logística familiar, de la alimentación, etc...Claro quizas la alternativa de que una desconocida te cuide a tus hijos y que estos conozcan a sus madres y padres diez minutos antes de irse a la cama es lo que se lleva hoy en dia claro.
Mis padres siempre trabajaron los dos y yo y mi hermano nos hemos criado divinamente.
La "desconocida" se llamaba Geles, le gustaba Bertín Osborne, Pimpinela y no se perdía un capítulo de Los Ricos También Lloran. La recuerdo con muchísimo cariño.
Supongo que los "pequeños detalles de la educación y la logística familiar" son ir a la compra, cocinar, limpiar cocina, lavar platos, servir mesa, recoger mesa, echar colada, colgar ropa a secar, planchar, repartir la ropa planchada por los respectivos armarios, pasar la aspiradora, desinfectar los baños, dar cera al parquet, hacer camas, cambiar sábanas, regar las plantas, ir a la farmacia a por todos los medicamentos que se necesiten, hacer de enfermera, remendar los rotos y coser los botones caídos, arreglar la ropa de los niños a medida que crecen, llevar la contabilidad de casa, ordenar las facturas, sacar la basura, ir guardando todo lo que los demás miembros familiares se dejan por ahí y ponerlo en su sitio, limpiar los cristales de las ventanas, limpiar las persianas, lavar las cortinas, ocuparse de que no falte el butano, adquirir la ropa interior del cónyuge (por lo visto incapaz de hacerlo por sí mismo), y toda la ropa de los niños, vestirlos, peinarlos y mantenerlos limpios, ayudarles con los deberes, reñirles si traen malas notas, ir a hablar con los profesores... etc. etc. etc. etc.
Lo del reparto me hace mucha gracia porque no es precisamente a cara o cruz, una de las dos partes (la femenina) la asume, no normalmente sino SIEMPRE. Qué pena que yo siempre haya querido ser ingeniera, bendito reparto.
Casi mejor que hago caso a Carmiña.
Ya lo había visto. Me lo envió el necrófilo... eso sí, previa frase de "no te enfades..."
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