La música atronadora hacía resonar todo mi sistema. A esas alturas de la fiesta no me hubiese parado ni un tren de mercancías. Estaba eufórico. El mundo era mío. Bailando como un loco subido a la tarima le pellizqué el trasero a una nena pálida de porte altivo y vaqueros ajustados que estaba a mi lado. Tenía el culo extremadamente duro.
-"Perdone... no está permitido subirse ahí... ni tocar los maniquís"- me dijo la dependienta de Bershka.
Inspirado por este apabullantemente numeroso grupo de facebook al que personalmente pertenezo
viernes, 4 de diciembre de 2009
(micorrelato) a que a alguno le suena...
Etiquetas: microrrelato
Y ésto lo ha escrito... tekilita
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