-¿Se encuentra usted bien?-. Caras a mi alrededor de semblante preocupado y olor a pescado. -¿Se encuentra usted bien, señora?-. Alguien sugiere llamar al 112, otro dice que no hace falta, que la señora ya está volviendo en sí: es sólo un desvanecimiento. -Se ha mareado señora, no pasa nada, probablemente un bajón de tensión... eso sí: se le ha caído al suelo el cuarto de merluza-.
No sé quienes son. No sé de qué hablan. No sé de QUIÉN hablan. Vagamente recuerdo una bronca tremenda con mi madre y las palabras que proferí en mi rabieta adolescente. "¡Te odio! ¡¡¡ojalá te cambiaras por mi por un día!!! ¡o para siempre!"
domingo, 6 de diciembre de 2009
(microrrelato) Pesadilla en el mercado de abastos
Etiquetas: microrrelato
Y ésto lo ha escrito... tekilita
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