"¡Me alegro tanto de haberla conocido! antes me sentía un poco sólo, pero se acabaron los problemas, siento que a partir de ahora mi vida será un paraíso: ¡y qué maja es, además! hoy hasta me ha tradído la merienda."
Tras esta reflexión, Adán le dió un mordisco a aquella jugosa manzana.
martes, 12 de enero de 2010
(microrrelato) Una premonición
Etiquetas: microrrelato
Y ésto lo ha escrito... tekilita
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