Llevaba años deseando sus labios, cada vez que la veía me quedaba obnubilado mirándolos; queriendo rozarlos, morderlos, escrutarlos... Amaba y necesitaba esos labios.
Anoche la besé. Fue un gran beso. Ahora añoro cuando no los había probado, desearía no haberlos tocado. Ya no siento lo que sentía al verlos.
domingo, 10 de enero de 2010
(microrrelato) Los labios
Etiquetas: microrrelato
Y ésto lo ha escrito... O pipeiro
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2 comentarios:
eso es muy típico de los tíos, según mi experiencia, para que él desee los labios de ella ardientemente otra vez basta que ella le mande a tomar por el culo.
Si, probablemente lo sea
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