Cuando la policía entró se encontró con una macabra escena: la vieja con el camisón ensangrentado aullaba con un cuento en sus manos, mientras los restos de su nieta, aún con el abrigo rojo puesto, yacían en el suelo con trozos de carne desgarrada por lo que aparentaban ser mordiscos...
domingo, 29 de noviembre de 2009
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